La vida de ex-Erasmus

Lo peor de todo, era la vuelta a la normalidad. O por lo menos a lo que había sido la normalidad antes del Erasmus. Hubo ligeros cambios a mejor, pero no podía evitar hacer comparaciones con lo que había sido mi vida durante ese año en Aachen.

El tiempo curaba, poco a poco, esta triste situación. Lo malo fue, que algunas de la "mejoras" en cuanto a mi carácter las perdí. Sólo el tiempo me ha devuelto alguno de esos avances.

Mi relación con Alemania también se había atenuado. Ya no hablaba alemán con nadie. Si acaso tres o cuatro frases en el Goethe Institut un día a la semana. La búsqueda de Sprachtandems fue un fracaso. En parte a que tal vez no sabía buscar, o que algunos alemanes no querían hablar alemán con una española... Aunque siempre me entró la duda de si yo era el problema... En principio no se me ocurrían alternativas... Sólo a finales de año se me ocurrió la alternativa de buscar por Internet. No sería lo mismo que en persona, claro. Pero por el momento dejé la idea para más adelante.

Mi segunda alternativa, llamada Alx, tampoco salió bien. Sólo le llegué a ver dos o tres veces en tres meses. Por lo visto otros erasmus (especialmente francesas) eran más interesantes. No volví a saber nada más de él. Desde luego, que parecía que yo tenía algo que asustaba a los alemanes... ¿Qué sería?

Relativamente pronto preparé mi próximo viaje a Aachen y Alemania. Sería por navidades. Visitaría a la venezolana Dor, a Ing, a Xi... Diciembre, a pesar de todo, no tardó tanto en llegar...