Ese Viernes salió todo bien. Cogimos un tren nocturno (antes de las 6 de la mañana) que iba directo al aeropuerto de Colonia. El problema era que nuestro Semesterticket sólo "nos llevaba" gratis hasta Colonia ciudad y no sabíamos cómo pagar los 2€ y pico de la ciudad al aeropuerto. Cuando pasó el revisor ya en el tren temimos que nos hiciera bajar del tren o algo así. Pero nos dijo que no importaba, que bajáramos en nuestra parada y ya está.
Llegamos al aeropuerto y teníamos tanto tiempo, que nos dio tiempo a desayunar con tranquilidad. Entramos sin problemas en la zona de embarque del aeropuerto. Un cartel allí nos tranquilizaba: "Wenn Sie hier sind, haben Sie alles richtig gemacht!" (Si Usted está aquí, ha hecho todo correctamente). Era cierto, esta vez no cometimos ningún fallo.
La zona para embarcar con Germawings es relativamente pequeña. Son dos estrellas (una para German y la otra para Lufthansa) unidas por un tramo recto, donde están las tiendas. Hay una gran diferencia ente la estrella de Germanwings (gente normal de todo tipo) y la de Lufthansa (ejecutivos, hombres todos)... Como todavía faltaba tiempo nos dedicamos a mirar la tienda de periódicos y revistas. Hojeamos varios libros turísticos de las ciudades a las que íbamos, sin intentar tocar los referentes a Budapest. Esta ciudad era el centro de casi todos los chistes y gracias que hacíamos...Ay, Budapest...
Yo creía que no habíamos estado ahí mucho tiempo, pero mientras leía algo, oí algo que me sacó de la "ciudad". "Pasajeros Aquisgrana y Or pasen inmediatamente por la puerta...". Vaya, pero, ¿qué habíamos hecho para estar tanto tiempo en una simple tienda? Empezamos a correr la corta distancia que nos separaba de nuestra puerta. Cuando casi estábamos, una funcionaria del aeropuerto nos dijo en español haciendo gestos: "Es por ahí, ¡rápido!"
Pero esta vez si conseguimos embarcar y antes de las 8:30 pisábamos suelo vienés. Willkommen in Wien!
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