Durante dos días, el Museo de Bellas Artes, la ópera, el centro histórico y los franceses nos acompañaron en Lille. Nos dedicamos a dibujar todos los rincones de la ciudad. A Herr Heiner no le gustaba la fotografía, así que apenas teniamos tiempo para hacer fotos. Sólo dibujar y dibujar...
Con nuestros cuadernos ocupábamos las plazas y calles de esta ciudad llena de cúpulas (todas con su graffiti correspondiente). Los franceses se acercaban y nos preguntaban. Cuando veían nuestros dibujos, se quedaban encantados.
Lille tiene un gran contraste entre la zona "antigua" y la ampliación moderna. Hay una serie de edificios nuevos de algunos arquitectos conocidos que surgieron en torno a la nueva estación para el tren Eurostar.
Paseando el último día por las calles, me extrañaba la cantidad de policías que había. Controlaban las entradas de los centros comerciales (a mí no, puede que a los que parecieran "peligrosos"). Perros policía ladrando, nerviosos. No sabía mucho a qué venía todo. Pero pocas horas después me enteraría el porqué.
Fue cuando cogimos nuestro equipaje del albergue para ir a la estación. Hubiéramos tardado apenas 15 minutos, pero una gran masa humana nos lo impidió. Por aquellos días los franceses estaban de manifestaciones. 28 de Marzo. Gritos contra Chirac, Villepin y Sarkozy [y un año después los franceses cambiaron de opinión]. Dibujos de sus cabezas cortadas, papeles del partido comunista, canciones de fondo (la camisa negra también estaba en Francia), franceses gritando y cantando...el ambiente festivo se respiraba en el ambiente. Si nos hubieramos quedado, nos hubieran admitido sin reparo (y no éramos franceses). Pero no teníamos demasiado tiempo, nuestro tren tenía que partir. Sólo teníamos la pequeña duda de si el tren saldría, porque había huelga de trenes. Aunque nuestro tren era belga y Bélgica no estaba muy lejos...
Casi corriendo, atravesamos las calles. Realmente había mucha gente manifestándose. Eso sí que era movilización. Llegamos a la estación y nuestro tren salió, pero con algo de retraso. A Aachen llegamos ya bastante tarde, haciéndo el camino inverso de la ida. Herr Heiner nos dibujó en el tren a todos en su cuaderno. Quería tener un recuerdo de sus alumnos.
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