A dibujar Lille (I)

A principios de Marzo nos mandaron desde la escuela de Arquitectura de Aachen a los erasmus información sobre una excursión que tenía muchas plazas libres. A cambio nos daban unos créditos ECTS, que nunca vienen mal. Tenía libre los días en que se desarrollaba el viaje, así que tras muchos momentos de dudas e incertidumbre, sin conocer a nadie que allí fuera me apunte. Como siempre tenía ganas de echarme hacia atrás, pero no sé porqué, al final accedí. Me fui a la universidad y tras andar por varios despachos que me mandaban de un lado para otro, pagué la cuota y conseguí mi cuadernito de dibujo con el sello RWTH Architektur. Serían tres días en Lille, para dibujar la ciudad, pues estaba organizado por el departamento de dibujo.

Quedamos en el Bushof (estación de autobuses) y tras un rato pensando, me acerqué a un grupo que parecían ser. Eran unos seis alumnos y un profesor, el jefe del departamento. El hombre tenía ya sus años y parecía muy simpático. Se alegró de tener a una alumna española (o erasmus) en el viaje. Todos los alumnos eran alemanes, exceptuando un búlgaro. Por lo visto en arquitectura (y supongo que en otras carreras) había bastante búlgaros (y griegos y ...)que empiezan la carrera desde el principio, como los alemanes.

Cogimos un autobús durante casi una hora a Eupen, la "capital" belga de la zona germanoparlante. Y desde allí un tren hacia Gantes, para volver a coger otro tren a Lille. Consistía recorrerse Bélgica para llegar a Francia.

Cerca de Eupen, subió al tren la mujer de Herr Heiner, el profesor. Los dos se portaron muy bien conmigo durante todo el viaje. Demostraron ser muy europeos: Heiner es alemán, su mujer nació en Bélgica, pero su madre era inglesa. Ella hablaba flamenco y francés, por nacer en Bélgica. También sabía alemán (y por supuesto inglés) y ahora quería aprender español. Una vez comentamos los orígenes de nuestros terceros apellidos. El mío de posible origen flamenco y el suyo de claro origen español.

Eramos un grupo pequeño. En la Gare de Lille nos encontramos con el otro grupo de Aachen y eran bastante más. Como despedida-bienvenida dibujamos todos juntos el edificio de la ópera.

Después nos fuimos a nuestro albergue, situado en una antigua maternidad (lo supe por los restos que habían dejado las letras. Fuí la única que me enteré, pues ninguno sabía francés o español). En algunas zonas se notaba que había sido un hospital. Al menos sólo fue una maternidad... Nos separaron por chicos y chicas. Nosotras sólo éramos dos, los chicos cinco. Y Herr Heiner en una habitación con su mujer. Tras un rato para descansar, salimos dispuestos a dibujar la ciudad.