Maletas en Agosto

Un problema que le pasa a todo el mundo es el equipaje. Algo casi comprensible (bueno, realmente sí). Se llega con una maleta que se llena como se pueda. Pero a la vuelta, aunque sea sólo un mes, ya no entra todo en la maleta. Es que los recuerdos pesan mucho, y eso ya no le gusta tanto a las compañías aéreas.

Yo llegué a Aachen en Septiembre con una maleta que no llegaba a los 18 kilos. Mis padres en algunos de sus viajes a Alemania, me traían ropa y se llevaban otra. Pero aún así, tuve que comprar. Y no sólo ropa...

Por eso mis padres vinieron a principios de Agosto. Primero pasaríamos unos días por Berlín, que también es interesante conocerlo en verano por encima de los 10ºC... Potsdam (la ciudad que da nombre a la famosa plaza berlinesa de Potsdamer Platz) y sus palacios, así como la curiosa torre Einstein, que casi nadie la visita (tal vez porque está un tanto perdida).

Pero mis padres a su vuelta a España se llevaron parte de mis pertenencias en varias maletas. Y aún quedaba...Increíble de una maleta, salen más de cuatro al final...

El problema fue, que en Agosto (finales de Julio) las temperaturas bajaron (en mi habitación ellegué a tener calefacción). Y ahí, entre un estado de frío o calor, había que decidir bien qué ropa podía viajar a España. El sistema que siempre había funcionado era el famoso vestirse por capas. Si yo antes, normalmente, era "monocapa", pasé ya a ir con más. El tiempo cambia de manera sorprendente. La lluvia, famosa en el "Regenloch" de Aachen, volvía a aparecer. Y teníamos un concierto en Bélgica...