Münster tiene típicas casas alemanas en su Ring, también el ayuntamiento era de ese estilo. Paseamos como pudimos con unos planos que saqué de internet.
Hacía frío, pero aquel día, en mi opinión, no tenía tanto ambiente como el que pueda tener Aachen. Puede que tan sólo fueran esos días...
También encontré la zona "de marcha" de la ciudad, pero ninguna quiso salir, así que nos empezamos a hacer amigas de un grupo de alemanes de unos 14 años. La verdad, que la misma zona con luz de día estaba bastante "muerta". Pero ya no tendríamos un día más para comprobarlo...
El segundo día fue mucho más frío, así que acortamos algo la visita para llegar cuanto antes a coger el tren. Pero yo empezaba a pensar en la hora de la comida, aunque las otras no qusieron comer. Así que para que comiera yo (sólo yo) paramos en Essen (la ciudad se llama así, comida. ¿Qué mejor lugar para comer que una ciudad llamada "comida"?). Ninguna habíamos estado allí antes. No me acuerdo por qué, pero después de ver "Essen, ciudad de compras", nos volvimos. Era domingo y todo estaba bastante vacío. Así que volvimos a coger el tren. Esta vez paramos en Düsseldorf. Era mi vuelta a esta ciudad desde julio. Aún así, era la única que conocía bien la ciudad. Pero ya eran las 5, y el hambre había desaparecido. Pero las otras insitieron que debía comer. Tras veinte vueltas por la Altstadt y algún que otro enfado, entramos en un sitio. Así las otras se quedaban tranquilas y yo comía algo.
Volvimos a Aachen, pensando que Essen me quedó por ver, así como alguna otra cosa más en Münster.
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