Último gran viaje, Londres (II)

Allí en Londres, cada día tenía una estructura similar. Nos levantábamos lo más pronto posible, para ir a los sitios que teníamos pensados para el día, y ya por la noche volvíamos a cenar al albergue (allí disponíamos de cocina) y pensar qué se vería al día siguiente.

Nuestro sistema funicionó bastante bien, pues vimos casi todo. Mis edificios de arquitectura recientes y otros que Or quería ver incodicionalmente.

A ella, la arquitectura moderna no le interesaba lo más mínimo. Y tampoco comprendía el sentido artístico de la fotografía. Así que cuando yo cogía mi cámara, yo me olvidaba de todo y ella se sentaba aburrida. En una ocasión casi desaparece. Tanto Norman Foster no le sentó bien...

A pesar de que yo había estado tantas veces en Londres, hubo cosas que no había hecho hasta entonces. Como conocer el barrio de Notting Hill y el mercado de Portobello...

Esta vez tampoco faltó el tomarse fotos de manera peculiar. Siempre conseguía que la gente nos mirara...Me subí cerca de un león de la fuente en frente del Buckingham Palace. Después de que me bajara, ya había gente que intentaba hacerse una foto en el mismo lugar...

Este era el último viaje de Or antes de volver a Chile, en Aachen sólo le quedaban unos días. Y algo de tristeza (que quería ocultar, porque siempre quería demostar su amor a Chile) había en ella.

Llegamos a Aachen, en donde la vida estudiantil y fiestas en los Wohnheime continuaban...